Ya hace unos días de la vuelta de Lanzarote y todavía se me escapa una sonrisa de satisfacción, una mirada de profunda alegría e ilusión y de buenos recuerdos, cuando amigos y conocidos me preguntan que tal me fue la travesía que hice de Lanzarote a Fuerteventura.
Desde que leí la primera crónica de Robert, supe que algún día la intentaría hacer. Así que este año fui a por ella, preparándola con muchísimas ganas, llegando a dejar de lado los entrenos de bici y correr ya que el tiempo que tenia solo me permitía dedicarme a una solo disciplina.
…y por fin el sábado llegó el día, mi tiempo en el test de 3000m en piscina era bastante bueno 50’, aunque acredité 52, así que me tocó el tercer grupo con el que creí que no tendría ningún problema para poder mantenerme cómoda. Mi salida era a las 8,30 junto con la mayoría de compañeros que nos habíamos juntado, exceptuando Robert y Ferran que iban en el 1er y 2do grupo respectivamente. Nos hicimos varias fotos, compartimos los nervios, opiniones y demás…y justo a la hora dieron la salida.
La cosa pareció empezar suave, un ritmo cómodo, aunque el mar no estaba tan llano como el día de antes y eso al poco rato empezó a pasarme factura. Al poco rato ya éramos unos cuantos que nos habíamos separado del grupo, y poco después ya andaba totalmente sola con una piragua de seguimiento. El mar solo hacia que movernos de arriba abajo además de que la corriente nos desviaba del recorrido, tanto a nadadores como a las mismas piraguas.
Durante la primeras casi dos horas pensaba que iba la última y que me harían subir a la piragua de un momento a otro. Iba agobiada, pendiente, intentando apretar, pero me resultaba difícil, no paraba de darle vueltas a la cabeza, no quería que me hicieran abandonar. Para mi “no-sorpresa” a las 10:15 el piragüista me hace una seña, voy hacia allí y me comenta que es hora del avituallamiento. uuuuuuufffff!!Le pregunto que si voy última y que pensaba que me quería hacer subir. Me dice que no, que lo estoy haciendo muy bien y que detrás mío hay varios desperdigados y un grupito de los rojos….que respiro!!!!!! Con energías renovadas sigo nadando, la piragua me hace de guía ya que voy totalmente sola, ahora sí, disfrutando del inmenso azul del mar y el azul del cielo. Para el siguiente avituallamiento hacemos un pequeño agrupamiento de 4 desperdigados que íbamos por la zona, uno de ellos Guillermo (se agradece ver una cara conocida), aunque al cabo de unos 2000m como mucho volvemos a separarnos, el vaivén del mar y las corrientes nos desvían a todos hacia la isla de Lobos, que aunque no es muy grande parece que nunca se acabe de cruzarla.
Ya por el quilómetro ocho voy sola con una piragua que la llevan 3chicos (los pobres iban peor que yo ya que la corriente también se los llevaba. Tampoco tenían avituallamiento cosa que en una de las paradas me mosqueé realmente, ni bebida ni geles, ni plátanos, solo algún trozo de naranja. También, dos veces, una embarcación nos hacen corregir el rumbo, y yo de mientras nada que te nada ( aunque para eso habia ido, no??? jejeje) el cansancio empieza ya a aparecer, continuamente nos desviamos de la trayectoria y al ir sola tengo que tirar de coco, me siento como si nadara sin avanzar. Aunque sigo teniendo momentos para todo, mil cosas pasan por la cabeza, mientras subo y bajo al ritmo de las olas. Sigo teniendo Lobos a la izquierda, parece que nunca se acabe(…como leer esta crónica, a que si?? :P ), pero finalmente todo llega, eso sí…después de la punta la corriente seguía arrastrándome hacia allí por lo que parecía que aun no había acabado de cruzar aquel tramo y tuve que remontar a contracorriente hasta que finalmente visualice el espigón. Allí supe que ya había conseguido esa travesía aunque aun quedaban por lo menos 2kms, que me tome con calma, ya no me venia de tardar 5minutos más, solo de pensar en llegar se me humedecían los ojos un sinfín de sentimientos me invadían, aunque eso no quitaba que de lo que más ganas tenia era poner el pie en el suelo, de tener un punto de estabilidad y dejar de mecerme al son del Atlántico.
Allí me esperaban Meri y la mayoría de los valencianos que me felicitaron nada más llegar. Cansada, muy cansada, despues de 6h34'25'' (3ª de mi grupo de edad), pero con la satisfacción por lo conseguido, por esos 17kms (según los gps de los diferentes barcos de la organización), con una mar menos calmada de lo habitual… (para seguir en mi línea en que las condiciones externas continuan sin favorecerme…jejeje). Otra hazaña más al bolsillo, pero lo mejor de todo es que lo he podido compartir con muchísima gente, con los que también me he reído y disfrutado, además de todos los que me habéis animado! Gracias a todos!! Y en especial a Meri, JoseL, Robert, la “gent de Valencia i Alacant”, Aranxa, MªAngeles, Ferran y un largo etc, que sin todos ellos sin duda no hubiera sido un fin de semana tan grande!
El año que viene espero poder volver a repetir la experiencia!!!! Y que volvamos a encontrarnos todos!