El martes 22 la cosa empezaba muy bien. Al llegar de trabajar mi padre se ofreció a llevarme hacia Girona, donde me encontraría con Sina y su hermano, evitándome así las 2h de tren que tenia hasta Blanes. Sobre las 5 de la tarde ya lo tenía todo preparado para el reto y unas ganas inmensas de subirme a la bici, lo único que me preocupaba, aunque levemente, era el echo de haberme levantado a las 7 de la mañana y no haber tenido ganas de hacer la siesta. Una vez en Girona nos dirigimos a Empuriabrava dónde Matias nos preparó una cena estupenda, con crema catalana de postre y todo, jeje. Seguidamente, sin entretenernos demasiado nos vestimos, que con la de ropa que nos pusimos tardamos un buen rato, y nos dirigimos hacia Portbou desde donde empezamos el Resto a eso de las 22h25, con 14º.
Nada más empezar el desnivel era considerable junto con algún que otro tobogán, vaya que las piernas entraron en calor rápidamente, pero hablando y hablando los quilómetros y con ellos las horas iban pasando rapidísimo. La primera parada fue en Bellcaire, íbamos sobre lo previsto, aunque también con mucha calma ya que sabíamos que teníamos que regularnos bien. La segunda parada fue en Sant Feliu de Guixols, hasta aquí y siempre con Matias haciéndonos el soporte con el coche, la cosa seguía igual …de cháchara, nada de frio, buenas sensaciones y disfrutando de un maravilloso cielo estrellado. Aunque el viento…en muchos tramos, en contra o lateral, nos intentara impedir que avanzáramos algo más rápido. A partir de aquí teníamos un duro trozo hasta Lloret en el cual Sina disfrutó un montón, jeje, estaba hipermotivada, le encantaba rodar con la oscuridad y la luz de las estrellas.La verdad es que era una pasada. Así que con la motivación los quilómetros pasaron una vez más rapidísimo, aunque no por ello el reloj se detuviera.
Sobre los 130kms, pasábamos por Blanes donde hicimos un cambio de coche, nos despedimos de Matias (que francamente lo que hizo por nosotras no tiene precio), y nos relevo Diego de Malgrat. Iba super equipado, hasta con ruedas de recambio y todo, por si pinchábamos o teníamos algún problema, que fueron más que útiles,jeje. Además animándonos en todo momento y pendientes de que estuviéramos bien. …y pim pam….a la que nos dimos cuenta estábamos pasando por Mataró dónde Noe nos había preparado el desayuno, que realmente sentó de maravilla y luego nos acompañó hasta Badalona en Bici dónde tanto Diego como ella se despidieron de nosotras.
A partir de ahí, venia un tramo que iba a resultar muy largo, cruzar Barcelona y la zona de Sant boi, Viladecans, Gavà,…. Sin duda lo peor de todo el recorrido. Semáforos y más semáforos, freno, bajo,subo, arranco, eso sobre unas 300veces y creo que me quedo muy corta!…….menos mal que en zona Universitaria teníamos de nuevo otro cafetito caliente por parte de Albert, que estaba esperando a que pasáramos antes de irse a estudiar.
Luego vino lo peor, el tramo hasta Castelldefels..que horror…perdí toda motivación eso de no poder hacer ni 50metros seguidos fue una tortura. Además de todo el tiempo que perdimos que fue una barbaridad. Pero a la que pude volver a rodar continuadamente..volví a estar como una moto…en las costas del Garraf, ya lloviendo,me sentía fuertísima…hasta prácticamente no percibía el desnivel de la motivación que llevaba. Pero Sina me preocupaba, realmente hacia mala cara, quería rodar sola, se distanciaba he iba a su ritmo, estaba con la mente en algún otro lado. Me preocupaba, aunque quería rodar a su olla, seguía pendiente de ella, aunque en la distancia. Por suerte llegando a Sitges la volví a ver sonreir, eso me reconfortó, aun y así seguía sin hacer buena cara. Incluso mi hermana, que era la siguiente en hacernos el soporte en coche, se preocupo, y me comentó que si estaba bien o si le había pasado algo. Allí le plantee a Sina si lo dejábamos o no. Yo estaba bien... aunque estaba cayendo una que no veas y entre lo empapadas que íbamos y el hecho de que nos estábamos enfriando, y la peligrosidad de la carretera con tanta lluvia. Decidí que lo mejor era parar y tomar algo caliente, Sina se tomo un café y una barrita y yo, ya que habíamos parado en el McDonals..por la comodidad que este nos ofrecía, y aunque no me gusta nada esta cadena de FastFood, me comí una pedazo de hamburguesa que no os imagináis lo buena que estaba y lo bien que me sentó!! JAJAJJAJ! Me pareció la mejor hamburguesa que me había comido nunca :P.
Con eso y un bizcocho y con los ánimos de otro amigo, Albert, que al final decidió como era muy normal no rodar con esa lluvia, volvimos a montarnos en la bici y continuar con nuestro destino.
Entre lluvia y más lluvia tuvimos que volver a parar a causa de otro pinchazo, esta vez Sina. Lo solucionamos y seguimos. Más empapadas ya no podíamos estar, jejeje. Pero ahí dale que te pego a los pedales. Pasamos Cubellas, Cunit,….., y por el Vendrell nos encontramos a Raúl que había salido en nuestra búsqueda para rodar un rato con nosotras. Sina pareció animarse, me alegre muchísimo, se le veía con muchas más ganas otra vez. Eso también me ayudo a mí, porque estaban empezando a decaer mis ánimos. Llegamos hasta Tarragona, había dejado de llover tanto y solo chispeaba un poco. Hicimos una parada más, Sina dijo de volver a poner las luces en las bicis, a mi me motivo muchísimo, en ese momento hasta nos vi consiguiendo el reto, llegando a les cases d’Alcanar, todo y que hacia rato que decíamos que rodaríamos hasta que se hiciera de noche solamanete ya que con la lluvia y la gran cantidad de camiones que pasaban demasiado cerca de nosotras, la cosa se planteaba algo peligrosa, sobretodo debido a la poca visibilidad.
Pero mi gozo en un pozo. Al salir de Tarragona Sina tomó la mejor decisión que podría haber tomado. Dejar el reto por acabado en Tarragona. Para ella el reto estaba hecho, sin motivación y con ese tiempo no tenía sentido continuar y decidió quedarse allí aunque físicamente estaba perfectamente. Como muchos nos habéis dicho ya tenia merito haber hecho los 303kms que finalmente salieron con esas condiciones.
Yo al final decidí dejarlo también, quería acabarlo, quería llegar a Les cases d’Alcanar, me sentía muy bien, pero decidí no hacerlo, el porque fue un conjunto de cosa. Sí, me arrepiento, pero eso es lo que decidí y no puedo cambiarlo ahora. De todas maneras ha sido un entreno más, una nueva y estupenda experiencia, una aventura junto con una gran amiga y persona. He conocido a gente, gente que nos ha apoyado y animado incondicionalmente. Y todo esto hace que no haya sido ni por asomo una derrota.
Lo más importante es que he disfrutado y me he vuelto todavía más fuerte, lo único que no estoy disfrutando del fin del reto, más que nada porque para mi aun no ha llegado ese fin, por lo que tendré que ponerle solución. En el 2010 espero acabar de disfrutar de este reto al 100%. Eso sí, esta vez tendrá una modificación, porque me niego rotundamente a cruzar de nuevo Barcelona.