Sin duda un fin de semana estupendo. Al llegar el sábado recogimos
nuestros dorsales y nos dirigimos al campo de fútbol donde acamparíamos, para pasar la noche junto a otros triatletas. Una vez montada la
tienda, y que nos hubiera picado unos cuantos mosquitos nos dirijímos a
cenar en la plaza del pueblo donde organizaban una "pasta party" en la
que las señoras del pueblo habían preparado unas cacerolas inmensas de
macarrones con su sofrito de carne y queso, además de fruta cortadita.
Habiendo cenado bien y después de echar un Bingo. Sí, sí, parece que es la afición de San Juan de Flumen. Nos fuimos a dormir para al día siguiente correr un triatlón de una distancia algo peculiar: 1800m, 74km, 15km. Así que a la mañana siguiente, con los gemelos a la altura del culo y los cúadriceps como rocas, fuimos a dejar todos los "trastos" a los diferentes boxes, y luego fuimos todos hacia el lago. El agua estaba muy caliente, de hecho era obligatorio nadar sin neopreno y al poco dieron la salida. Esta vez las chicas salíamos 5minutos antes y con mucha tranquilidad dado que no éramos muchas.
En el agua, fui haciendo. Las piernas las iba arrastrando y
cada vez más hundidas, pero es la factura que tenia que pagar por haber
corrido el acuatlon el día anterior, aun y así no salí del todo mal del
agua. Aunque a decir verdad también podría haber nadado mucho mejor. Al
salir, coincidí con una de las chicas, Patricia, con la que en la bici nos iríamos
adelantando a la vez que nos dábamos ánimos.
La transición la hice bien, y lo siguiente era pedalear. Los primero
quilómetros fueron fáciles dado que llevábamos el aire de culo y
además hacia bajada. Conforme pasaban los quilómetros estos se hacían
más duros, sobretodo los repechones y pequeñas subiditas en las que
tenia que hacer fuerza con todo el cuerpo para no morir en el intento,
cosa que cada vez cargaba más los glúteos y las caderas. La segunda
vuelta, no se que decir, a parte de que fue mucho más dura que la
anterior además a esa altura ya me habían adelantado la mayoría de las
chicas. Una vez más sigo viendo que mi punto débil esta temporada esta
en la bici.
Por fin en la T2. Muchisima gente animando, al igual que en la bici,
pero ahora se percibe mejor. No sólo gente conocida como Albert, a los
recién conocidos del club Triatló Lleida Ekke, sino todo el pueblo, organización y voluntarios.
Me pongo a correr y enseguida veo que se van ha hacer muy largos los kms, tengo el cuerpo dolorido por todos lados. Pero me anima saber que Xavi también acabará y que podemos puntuar por equipos, con Laia y Dolors. Así que sigo, pasito a pasito. En los trozos donde me animaba más gente alargaba más la zancada, me motivaba, en cambio otros trozos del recorrido se hacían más duros y aflojaba considerablemente. Además hacia una calor infernal. Aquí también quiero agradecer a esas familias que sacaron las mangueras para ayudarnos a refrescarnos y hacer más llevadera la calor. Así como todos los voluntarios que también se desvivian para animar absolutamente a todos los participantes. Con todos esos ánimos y lo involucrado que estaba todo el mundo sólo podía hacer una cosa para agradecerlo: cruzar la linea de meta. Por lo que me fui animando y animando olvidando a ratos el sufrimiento , hasta llegar a meta.
Una vez más finisher y volviendo a sufrir como una campeona. Aprovechando esa carrera como un entreno de calidad para el que realmente es el objetivo del año. El mundial de Vitoria de larga distancia.
Y después de una duchita...todavía había más: Paella popular, vuelta al Bingo y entrega de trofeos. Dónde al conseguimos la primera posición por equipos.
Sin duda uno de los mejores triatlones en los que he participado, y del que se puede aprender muchisimo de la organización. Sin duda hay que Felicitarles!!!! y por poco que pueda está claro que el año que viene volveré.
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