19 de septiembre de 2010

Entreno en la Baells

Esta semana la empecé flojilla, de lunes a miércoles , incluidos, hice 4200m y en los siguientes 4 días toco recuperar para que salieran los metros esperados, aunque al final han salido incluso más ya que hoy me he ido, junto con Robert y Dani, al embalse de la Baells a hacer unos “metrillos”. Para mí un lugar totalmente nuevo, donde he vivido una nueva experiencia y unas cuantas sensaciones y emociones bien distintas.

Al principio me daba algo de cosa, tanta agua, sin ver el fondo, sin saber dónde me metía exactamente, sin puntos de referencia, por no saber ....ni siquiera sabia los metros que íbamos a hacer. 5000? 7000? 10.000?

Me tiro al agua y empezamos a nadar, voy algo tensa, insegura, me siento extraña en ese lugar. Aun y así intento mantener el ritmo “relajado” que llevan el par de peces con los que voy y la magnifica boya naranja que me daba una tremenda sensación de seguridad y con la cual intentaba hacer “tras-boya”, jejeje. Pero ya desde un buen principio mis hombros se resentían por el cumulo de kms de esta semana y porque no estoy acostumbrada a nadar con el neopreno, así que me convertí en un lastre con gorro azul.

Aun y la petada de hombros iba haciendo, aunque no dejaba de sentirme minúscula, insignificante. Yo, rodeada de unos 110hm3, o sea unos 110 millones de litros de agua, y la vegetación del rededor del embalse, el sonido del lugar, o más bien la ausencia de él. Uauuuu, es raro describir esa sensación. Aunque finalmente me fui sintiendo mucho más acogida por el lugar, llegando a disfrutarlo....y empezando a orientarme mejor con las referencias que Robert me daba.

Eso hasta la presa, a partir de ahí, el hambre pudo conmigo, cada vez iba a más, notaba un vacio dentro mío inmenso, empezaba a marearme, el ritmo era de tortuga, podía alargar la brazada pero no empujar agua, parar era casi peor que seguir...los metros no pasaban, el embarcadero parecía alejarse, en vez de acercase, mi mente ya desvariaba...me decía a mi misma si alguien podría llevarme una pizza allí, sí sí ...en medio del embalse, jeje. Solo pensaba en comida...y que si la quería tenia que llegar a mi destino porque desde allí chungo lo tenía. -Si corres puedes parar, si vas en bici también, pero en mi situación tocaba nadar...y nadar..y nadar- ....aunque me daba la sensación de que no avanzaba. Finalmente y después de hacer diversas mini paradas y tener las neuronas en “stand by” o modo “ahorro de energía”, divisé el embarcadero de llegada, uooooooooooo! Salí del agua con alguna que otra dificultad pero contenta al fin y al cabo :P , cumpliendo con los 7800m en unas 2h35! Y con la suerte que allí mismo, sí sí , a unos 30m escasos había un chiringuito que hacían carne a la brasa! Uaaaah que bien que entró esa butifarra con patatas!

Así que como veis, un entreno diferente en un lugar diferente y muy bien acompañada. Sumando 28.000m en esta semana. 40km de bici y 10 de run...y vamos a por la siguiente!

1 comentario:

Carles Aguilar dijo...

Hola..!! Tiene que ser impresionante entrenar en un embalse.. Yo creo que no me atrevería.... agua verdes, oscuras y profundas... (je, je, je...) Pero, en fin, veo que tienes unos objetivos claros y definidos y ganas y entusiasmo para seguir... Que la fuerza te acompañe...!!